Bethany Hamilton:
Bethany Hamilton, una surfera hawaiana que perdió su brazo izquierdo cuando solo tenía 13 años como consecuencia del ataque de un tiburón. La joven perdió el 60% de su sangre y casi no sobrevivió a la experiencia. Sin embargo, fue operada a tiempo y no dudó en volver al mar a disfrutar de nuevo de su pasión. Eso sí, surfear con un solo brazo no le resultaría sencillo, ya que tuvo que aprender a nadar de nuevo sin una extremidad. Una vez que lo consiguió, retomó su actividad en la tabla e incluso fue capaz de ganar alguna competición (estuvo entre las 50 mejores del mundo)
Dani Molina:
Dani Molina sufrió un accidente a los 22 años cuando montaba en moto. Eso le llevó a perder su pierna derecha por debajo de la rodilla. Catorce operaciones después y tras un año de recuperación, consiguió caminar de nuevo. Y cuando parecía que era el momento de dejar la práctica deportiva, decidió todo lo contrario, que era cuando más debía esforzarse. Así que Dani Molina volvió a nadar e incluso retomó el esquí acuático y el windsurf. Tal fue su empeño que llegó a competir en los Juegos Paralímpicos de Atenas 2004 y después ha llegado a ser campeón de triatlón.
Jesse owens:
Jesse Owens en los Juegos Olímpicos de Berlín en 1936, un momento en el que toda la maquinaria de propaganda nazi trataba de mostrar la superioridad de la raza blanca (aria).
El estadounidense Jesse Owens ganó cuatro medallas de oro y superó a todos sus rivales. Eso sí, este triunfo no le libró de seguir luchando toda su vida contra el racismo que sufría en su propio país, donde había leyes segregacionistas en pleno siglo XX.
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